28.6.08

Hay que aprender a sacarse las ganas, a sacarlas para lavarlas.
Y colgarlas al sol, para que queden brillantes. Limpias brillantes las ganas.
Hay que aprender a guardar silencio y a besar con los codos.
A darse vuelta los ojos para que no delaten para que no dilaten.
No hay que dejar que el Sábado juegue a Domingo y nos engañe.
No hay que dejarle. Que nos suicide. Un día antes.

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