6.9.09

El otro Muro

"(..) El ochenta por ciento de la humanidad tiene prohibido el ingreso a la sociedad de consumo. Se puede verla por televisión, eso sí: quien no consume cosas, consume fantasías de consumo.
El mundo se parece ahora a cualquiera de las grandes ciudades latinoamericanas: inmensos suburbios acorralan a las fortalezas amuralladas de los barrios de lujo. Ya ni los escombros quedan del fugaz muro de Berlín, pero está cada día más alto y más ancho el muro mundial que desde hace cinco siglos separa a los que tienen de los que quieren tener. ¿Cuántos han caído, y cada día caen, queriendo saltarlo? Nadie los contó, nadie los cuenta.
Fin del siglo, fin del milenio, tiempo del miedo. El Norte tiene pánico de que el Sur tome en serio las promesas de su publicidad, como el Este se creyó la invitación al Paraíso. Un sueño imposible: si el ochenta por ciento de la humanidad pudiera consumir con la voracidad del veinte por ciento, nuestro pobre planeta, ya moribundo, moriría. Si el despilfarro no fuera un privilegio, no podría ser. El orden internacional, que predica la justicia, se funda en la injusticia y de ella depende.
No es por casualidad que la industria del miedo ofrece los negocios más lucrativosdel mundo actual: la venta de armas y el tráfico de drogas. Las armas, producto del miedo a morir; y las drogas, producto del miedo a vivir".

-Eduardo Galeano; úselo y tírelo.

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